Padre Rico, Padre Pobre: ¿Cómo Aplicar las Lecciones de Robert Kiyosaki en el Perú Actual?

Padre rico, padre pobre es un libro que ha cambiado la vida de millones de personas en todo el mundo, con una enseñanza simple pero poderosa sobre cómo entender el dinero. Como estudiante de ingeniería civil en Perú, me encuentro cada vez más interesado en temas financieros porque sé que, en el mundo de hoy, tener una buena formación académica es solo una parte del camino hacia la independencia financiera. Los conocimientos sobre el dinero y cómo hacerlo crecer son cruciales, especialmente en un contexto como el peruano, donde las oportunidades y retos financieros nos empujan constantemente a mejorar nuestras habilidades. Así que, en este artículo, quiero compartir una visión de cómo los conceptos de Kiyosaki en Padre rico, padre pobre se relacionan con la realidad económica peruana y qué podemos aprender de ellos para nuestro crecimiento financiero.

  1. Las Lecciones de Padre Rico, Padre Pobre

En su libro, Robert Kiyosaki cuenta la historia de dos padres: su “padre pobre” (su padre biológico), un hombre educado con mentalidad tradicional de buscar un trabajo seguro y esforzarse por la estabilidad, y su “padre rico” (el papá de su amigo), quien tenía una visión diferente sobre el dinero. Las lecciones de su “padre rico” lo llevaron a entender que el dinero debe trabajar para nosotros y no al revés, y que debemos crear activos que generen ingresos en lugar de depender únicamente de un salario. Los conceptos básicos que Kiyosaki presenta incluyen:

  • Activos vs. Pasivos: Los activos son inversiones que nos generan ingresos, como propiedades de alquiler o negocios, mientras que los pasivos, como un auto nuevo o una casa grande, tienden a ser gastos que disminuyen nuestro flujo de efectivo.
  • Mentalidad de Independencia Financiera: El libro recalca la importancia de pensar como una persona rica, quien se enfoca en crear oportunidades de ingresos pasivos. En cambio, la mentalidad de “padre pobre” se basa en buscar seguridad a través de un trabajo y un sueldo fijo.
  • Educación Financiera: Kiyosaki enfatiza que la educación tradicional no incluye enseñanzas sobre finanzas personales, inversiones o cómo funciona el dinero, dejando a muchas personas sin herramientas para construir una vida financiera próspera.
  1. Situación Económica en Perú: Realidad Financiera y Cultura del Dinero

La economía peruana ha tenido una evolución notable en los últimos años, pero a nivel individual, los ciudadanos aún enfrentan retos importantes en cuanto a sus finanzas personales. Según cifras recientes, el ingreso promedio de los hogares en Lima es de aproximadamente S/1,200 al mes, mientras que fuera de la capital es menor. Esto, junto con la falta de educación financiera, lleva a muchas familias peruanas a vivir de sueldo en sueldo, sin oportunidades de inversión ni ahorro.

Además, solo una pequeña parte de la población peruana tiene acceso a servicios financieros y bancarización. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2023, el 53% de los peruanos no poseía una cuenta bancaria, lo cual limita sus posibilidades de ahorro e inversión. Además, el endeudamiento de las familias es alto y continúa en aumento. Muchos hogares recurren a créditos de consumo, que en promedio tienen tasas de interés de hasta el 40%, creando una espiral de deuda difícil de controlar.

En cuanto a la inversión y emprendimiento, Perú tiene una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas (pymes), muchas de ellas emprendimientos informales, que representan el 60% del empleo en el país. Sin embargo, la informalidad y falta de conocimiento en administración financiera limitan su capacidad de crecimiento y financiamiento.

  1. La Visión de Kiyosaki y la Realidad Peruana: Desafíos y Oportunidades

Robert Kiyosaki enseña que cualquier persona puede hacerse rica si desarrolla la mentalidad adecuada y aprende a invertir en activos que generen ingresos. Sin embargo, en Perú, esto presenta ciertos desafíos. Aquí te cuento algunos de los puntos donde veo que los conceptos de Kiyosaki aplican (o podrían aplicarse) a nuestra realidad:

  • Dificultades para Generar Activos: En el libro, Kiyosaki recomienda comprar bienes raíces o invertir en empresas. Pero para un peruano promedio, el acceso a estos activos es complicado. Con altos precios de vivienda en Lima y pocas facilidades de crédito, adquirir propiedades se convierte en un sueño lejano para muchos. Aquí es donde, como estudiantes y jóvenes profesionales, podríamos empezar a pensar en alternativas como inversiones en fondos mutuos o en la bolsa, que si bien tienen riesgo, permiten hacer crecer el dinero sin necesitar grandes cantidades.
  • Emprendimiento e Informalidad: Kiyosaki también habla de la importancia de tener un negocio propio. En Perú, el espíritu emprendedor es fuerte, pero la mayoría de los negocios son informales. Esta informalidad los hace vulnerables a crisis económicas, como se vio en la pandemia, y limita su acceso a préstamos y financiamiento. Aquí, la enseñanza de Kiyosaki podría aplicarse en aprender a formalizar emprendimientos y enfocarse en generar ingresos pasivos, como diversificar los servicios de los negocios o invertir en herramientas tecnológicas que hagan los procesos más eficientes.
  • Educación Financiera desde la Escuela: El libro destaca cómo Kiyosaki recibió educación financiera desde joven. En Perú, la educación financiera es casi inexistente en los colegios, y muchos jóvenes salen a enfrentarse al mundo sin conocimientos sobre cómo manejar su dinero, qué es una inversión o cómo funciona un crédito. Si bien existen esfuerzos como los programas de “Inclusión Financiera” en el Banco Central de Reserva (BCR), todavía falta mucho para que todos los jóvenes peruanos puedan acceder a estos conocimientos.
  1. La Importancia de Cambiar la Mentalidad: De Consumidores a Inversionistas

Una de las lecciones más poderosas de Padre rico, padre pobre es la importancia de cambiar nuestra mentalidad. Kiyosaki dice que una persona que solo trabaja para ganar un sueldo está destinada a mantenerse en una carrera de “ratas” que solo beneficia a los más ricos. Esto también es cierto en Perú, donde la cultura de consumo es fuerte y muchas familias priorizan comprar bienes de consumo en lugar de invertir en su futuro financiero.

Para que este cambio ocurra, necesitamos reconocer que el dinero puede crecer si lo manejamos con inteligencia. Por ejemplo, en lugar de comprar un auto nuevo que se deprecia rápidamente, podríamos buscar invertir ese dinero en un activo que genere ingresos, como un pequeño negocio o acciones. Incluso una cuenta de ahorros de alto rendimiento o un fondo de inversión pueden ser un buen punto de partida.

La pandemia fue una lección para muchos en el país, ya que nos mostró lo frágil que puede ser depender de un solo ingreso. Aquí, las ideas de Kiyosaki sobre diversificación e ingresos pasivos cobran una gran importancia. Imaginemos si cada hogar peruano tuviera una pequeña fuente de ingresos adicional; en lugar de preocuparse exclusivamente por mantener su empleo, podrían enfocarse en desarrollar otras oportunidades, como cursos en línea, servicios independientes o inversiones a largo plazo.

  1. Oportunidades de Educación Financiera en Perú: Camino Hacia una Sociedad más Informada

El gobierno y las instituciones financieras en Perú han comenzado a reconocer la importancia de la educación financiera. Existen programas que buscan orientar a los peruanos sobre cómo manejar su dinero, como los talleres de inclusión financiera del BCR y las iniciativas de bancarización en zonas rurales. Aun así, todavía queda mucho por hacer. Las universidades y centros educativos también tienen un rol clave: en mi caso, como estudiante de ingeniería civil, creo que un curso de finanzas personales debería ser parte del currículo, para que los futuros profesionales no solo sepan cómo ganar dinero, sino también cómo administrarlo y hacerlo crecer.

En los últimos años, también han surgido influencers y emprendedores financieros peruanos que educan a través de redes sociales, mostrando cómo invertir y ahorrar, y dándole a las personas el conocimiento para mejorar su vida financiera. Este tipo de recursos es valioso, especialmente para los jóvenes que buscan aprender, y deberíamos aprovecharlo.

  1. Reflexión Final: Un Futuro Financiero Más Seguro

La mayoría de nosotros no tenemos la ventaja de haber crecido con un “padre rico” como el de Kiyosaki, pero eso no significa que no podamos adoptar sus enseñanzas y aplicarlas en nuestra vida en Perú. El cambio empieza con la mentalidad, y aunque el camino financiero en nuestro país pueda tener más obstáculos, también existen oportunidades para aquellos dispuestos a aprender y tomar riesgos calculados.

La clave está en prepararnos y en cambiar la forma en que pensamos sobre el dinero. La educación financiera y la mentalidad de inversión no solo nos pueden ayudar a mejorar nuestra situación económica personal, sino también a construir un país más próspero, donde cada vez más peruanos tengan control sobre sus finanzas y puedan crear un mejor futuro para sus familias.

 

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